Y no puedo dejar de escribir...

Y no puedo dejar de escribir, aunque me equivoque, aunque acierte. Soy un abismo de palabras que quieren ser viento y rodear el mundo. Beberse las noches, devorar los días y convertirse en tiempo. En sueño. En todo. Es como la melodía que toma el alma del músico y ya nunca lo deja. Es una maldición y es amor... Te escribo y es amor. Sólo camino para ser voz y deshacerme en pedazos a cada palabra, en cada latido. No puedo abandonar la poesía, como no puedo dejar de sentir. Ser o no ser. Y seré verso, prosa, pensamiento... Yo.