Entradas

Mostrando entradas de junio, 2013

Pinceladas

Imagen
Como en una acuarela, voy tejiendo pinceladas de agua, de colores de sol. Como en una acuarela, trazo suave el paisaje de tu rostro con tu mirada de luz en mi recuerdo. Como en una acuarela, me dejo llevar por tus mareas de azules felices e incendio en rojo calor. Como en una acuarela, palpito amarillos, despierto sueños violetas y turquesas salvajes. Como en una acuarela, somos tú y yo a pinceladas, mezclándonos despacio y estallando color...

Hoy no pensaré en ello

Imagen
Hoy no voy a pensar en ello, la mañana se arremolina en mi pecho y no le voy a dejar hacerlo. Sólo quiero abrazar las cosas como vienen. Nada más. Ser de viento, de marea, de latidos inmersos en el ahora palpitante. La vida se escapa... Y yo sólo quiero la piel del momento. Sólo quiero sentir como si no existiera el mañana, porque el mañana no existe. Si pudiera... Si pudiera escribirlo como quisiera... Pero no puedo. Así que no voy a pensar en ello. Hoy no al menos. Pensar emociones, no gracias. Siempre lo complica todo y me da miedo. Sólo me dejaré llevar por esta melodía que acompaña, sólo me llenaré de aire y seré aire. Seré agua recorriendo este espacio y este tiempo, quedándome con una mirada y con un beso. Hasta mañana quizá. Si llega. Si llega algún mañana, el que sea. Quién sabe nada del mañana, tan incierto en todo, tan jodidamente incierto... Hoy no pensaré en ello. Hoy no. Sólo eso.

Sin prisa

Imagen
Soñamos... Y sin prisa avanzamos, escalón a escalón y paso a paso. A pellizcos por la vida, tocando presentes que acumulan caricias, atesorando palabras y silencios, olores y sabores de cielo, bebiéndome el sur que me sabe a arena y sal de olas de mar en calma. Arriesgo, lentamente, ofreciendo el alma en un gesto, inundando la mirada de horizonte. Nos dejamos mecer en esas alas a ver qué pasa y aunque no tengamos ninguna fe en nada, se siente tan bien que abrimos todas las puertas por si acaso, por si cuadra, por si siguen saliendo soles en días nublados, y besamos los minutos que nos contemplan, mientras disfrutamos, tan despacio como podamos, como nos deje el tiempo, de este viaje...

No importa

Imagen
A veces las cosas no importan, sólo importa el tiempo que pasamos en ellas, a veces sólo hay instantes y respiración, todo lo demás parece anecdótico, volátil... Decía alguien que el tiempo no pasa que pasamos nosotros, tal vez sea cierto, pero qué importante puede ser a veces ese tiempo. Puede ser la diferencia entre nada y significativo, entre curioso y fundamental o entre casualidad y destino. Lo eterno... Qué es lo eterno sino un instante, un único instante perfecto. Todo deja de existir, todo se vuelve insustancial e insulso, y un momento tan sólo puede significarlo todo. A veces lo vemos y lo entendemos. A veces lo vemos cuando ya ha pasado y se nos escapa como agua entre los dedos, como arena de un reloj, y el tiempo pasa, o no pasa y pasamos nosotros, para darlo todo por un instante perfecto que le dé sentido a vivir sin conocer el mañana. Qué locos estamos todos cuando nos aferramos tanto a un latido, a una emoción que estalla en medio de esta nad

Niña unicornio

Imagen
Ya sabes... Visito a veces mis puertas. Las que están abiertas. Todas ellas con una niña de colores, una niña unicornio, que saluda. Parece que juega a que entremos. Y risueña, pide deseos a los dientes de león y recoge arcoíris. No se quiere ir, no se va. Sigue ahí. En todas partes. Parece escribir su destino. Traza espirales con crayón en el suelo y se ha dibujado en el vestido un corazón inmenso. Me cuenta que el de verdad era demasiado pequeño. La he besado por eso y le he dicho, cuídamelo, es un regalo poco común y demasiado frágil. No lo ha entendido. No importa, ya te lo cuido yo... Tú sigue soñando.

Salvaje

Imagen
Estás asomando... Saliendo a la mañana, atrás dejando la profundidad del abismo una vez más... Otra vez... Cazando estelas en este océano de gentes. Las tormentas estallan en un presente voraz que ya conoces. Y todo late en medio del silencio. ¡Corre!, te dice el viento, ¡corre! Abraza el olor galopante y vital de existencia. Sáciate. Tu destino es tener hambre y devorar instantes. Sólo sé quien eres, sintiendo sin medida, ardiendo en alas gigantes que rompen el firmamento como una jauría de voces en tu sangre de tiempo y, aunque nadie lo entienda, aunque nada te alcance y te condene la suerte, vibrando hasta el fin en melodía salvaje. En melodía salvaje. Salvaje...

Concilio

Imagen
Saturados de existencia, los momentos se vuelven tediosos a veces. Demasiado pasado vagando como plañideras junto a un lago triste; demasiado futuro cayendo por abismos invisibles sin estrellas... Y cansa. Ya me duele la cabeza. La pierdo. Es como uno de esos concursos horribles: Tienes que escoger la puerta número uno, que quizá esconda el yate, o las puertas dos, tres, cuatro, cinco. Sólo que aquí las puertas esconden otras puertas. Y todo esto para qué. Para descubrir que la mayoría se va y que pocos vuelven. Que la vida te hace mayor aunque no la dejes. Que podrías contar tus aciertos con los dedos de una mano y aún así, tampoco lo tienes nada claro. Que las noches están vacías y las mañanas no sonríen, porque al sol le tienes sin cuidado. No sé adónde voy. Sin más. He llegado a un cruce sin caminos. No aparece nadie que me indique. Ni una sola voz en este páramo. Se siente uno muy solo en medio de la nada y es probable que deba conciliarme de una vez con est

Momentos privados de uno solo

Imagen
Supongo que es una noche singular. Una de esas noches de sábado en casa, escuchando Richard Marx y revolcándote plácidamente en tus pequeñas miserias. Intento no escribir sobre estas cosas, sobre estos momentos tan íntimos, privados, porque suelen preguntarme qué me pasa. No hay una respuesta clara. Siempre hay cosas por resolver, recuerdos que recordar, pequeños castillos en el aire que parecen a veces inalcanzables e instantes en los que se nota más la soledad... Todos tenemos estos momentos. No pasa nada especialmente. O quizá pasa de todo. Nosotros pasamos. Recorremos la vida y buscamos la manera de vivirla o sobrevivirla. No pasa nada. Tan sólo se trata de apaciguar viejos demonios que nunca desaparecerán y de esta manera, entablamos una conversación amena sobre el tiempo y sus cosas. Deberíamos hablar más con nuestros demonios, al fin y al cabo, nadie nos conoce mejor. Pero no sucede nada, en serio. Es sólo la madrugada atacando con alevosía y nocturnidad. Y yo he decidido d