Certeza de navegante

He navegado por océanos de búsqueda sin faros, ni puertos; atravesé la tempestad incierta, pasé el hambre de los desesperados y la solitaria melancolía de los perdidos... Sólo ha quedado la experiencia del recuerdo ahogado en este mar que sigue adelante dibujando estelas. Pasaron siglos en una vida, sin embargo, salvé al polizón incauto, al niño escondido, del castigo amargo y de tanta intemperie. Y sin contar nada más, que no hace falta porque ya no es y el pasado se lo tragó en sus abismos profundos y lo que persigo es la Ítaca de mis anhelos, el Valhalla de los sueños resguardados... Sólo diré que al fin encontré mi estrella de los vientos a favor, tan llena de luz, que abarca todos, todos, todos mis horizontes. Ahí estabas amable señalando el lugar, el camino que siguen las gaviotas, el refugio que esperaba a un navegante naufragado, y dejé de buscar. Que las corrientes me alcancen y me acerquen, las nostalgias del marino ya acabaron. El viaje ha valido ...