Y no hace falta nada más

No tengo nada más
y no hace falta nada más,
sólo un motivo
más allá de las tormentas
y vacíos,
cuando se me viene la soledad
encima y toda de golpe,
sólo tú y estas ganas que me muerden
el alma para suspirarte
y beberte en las ausencias
y en la distancia,
que se me escapan las manos a tocarte,
que se me vuelan los besos en la mañana gris
y en la madrugada sólo sueñan
a gritos
mis versos de ti.



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