Acerca de la felicidad
Yo no creía en la felicidad. Además no me convenía, soy escritor.
Era algo que se escurría entre los dedos como la arena y se alejaba en horizontes inalcanzables cocinados a base de esperanzas y espejismos. Yo no creía en ella ni ella creía en mí; supongo que estábamos en paz de alguna manera. Nunca vi una estrella de fortuna en mis cielos, pero no me puedo quejar... He llegado hasta aquí a oscuras.
Otra cosa que tiene la felicidad, incluso perversa, es que si se va, te conviertes en un desgraciado. Quién querría algo así para sí mismo y para los demás... A priori, parece una opción mucho mejor no toparte nunca con ella por si acaso.
Pero me ha tocado. Ha venido a verme estos días.
Se ha quedado conmigo un tiempo y ahora no puedo hacer otra cosa que creer.
Así que no hay nada más que hacer, habrá que afrontarlo y ser felices todo lo que se pueda o esperar a serlo en otra ocasión.
Ahora que la conozco, tiene a su disposición cada rincón de mi casa.
Y en cada rincón hay un graffiti que reza "por favor, no te vayas"...
Ya se sabe, la felicidad tiene también esa pizca de tristeza y un tanto de miedo latentes, al acecho.
Supongo que nadie es perfecto.
Pero no me quejo.
Soy feliz por un momento.
Era algo que se escurría entre los dedos como la arena y se alejaba en horizontes inalcanzables cocinados a base de esperanzas y espejismos. Yo no creía en ella ni ella creía en mí; supongo que estábamos en paz de alguna manera. Nunca vi una estrella de fortuna en mis cielos, pero no me puedo quejar... He llegado hasta aquí a oscuras.
Otra cosa que tiene la felicidad, incluso perversa, es que si se va, te conviertes en un desgraciado. Quién querría algo así para sí mismo y para los demás... A priori, parece una opción mucho mejor no toparte nunca con ella por si acaso.
Pero me ha tocado. Ha venido a verme estos días.
Se ha quedado conmigo un tiempo y ahora no puedo hacer otra cosa que creer.
Así que no hay nada más que hacer, habrá que afrontarlo y ser felices todo lo que se pueda o esperar a serlo en otra ocasión.
Ahora que la conozco, tiene a su disposición cada rincón de mi casa.
Y en cada rincón hay un graffiti que reza "por favor, no te vayas"...
Ya se sabe, la felicidad tiene también esa pizca de tristeza y un tanto de miedo latentes, al acecho.
Supongo que nadie es perfecto.
Pero no me quejo.
Soy feliz por un momento.
Comentarios
Publicar un comentario